Estrategias para equilibrar carteras y reducir la volatilidad del mercado en 2025

Estados Unidos, Canadá, China, Rusia, Ucrania, Israel, Hamas, inteligencia artificial, cambio climático y el crecimiento global en desaceleración son solo algunos de los temas más relevantes que enfrenta el mundo en la actualidad.

La globalización y las fronteras comerciales en disminución parecen pertenecer al pasado, ya que los países tienden a mirar hacia adentro y las guerras han adoptado un avatar económico con barreras comerciales y aranceles.

El discurso político del actual presidente de los Estados Unidos y su equipo en diversos frentes, como aranceles, inmigración y alianzas comerciales, sin duda puede influir en el crecimiento tanto en EE. UU. como en los países de los cuales importa productos.

Los balances comerciales en Europa han cambiado, y países industriosos como Alemania enfrentan desafíos debido a la creciente competencia de naciones como China y Corea del Sur.

En el ámbito político, la situación de India es estable, especialmente tras la celebración de ocho elecciones estatales en 2024. La mayoría del partido gobernante a nivel central y en muchos estados sugiere un entorno político favorable para el crecimiento económico.

No obstante, los parámetros económicos de India, aunque estables a largo plazo, enfrentan las habituales fluctuaciones cíclicas. El ciclo de crecimiento de India está en desaceleración, y algunos indicadores de rápido movimiento exhiben tensiones en el corto plazo. Esto podría impactar el crecimiento y la rentabilidad corporativa en el corto plazo. Los mercados bursátiles han estado en una racha alcista, con 2024 marcando el noveno año consecutivo de rendimientos positivos. Desde el inicio de 2023, el Sensex ha aumentado de 60,000 a 78,700 (hasta enero de 2025). Las valoraciones en los mercados bursátiles son elevadas a nivel global, y India no es la excepción. El P/E del mercado indio se encuentra entre los más altos, con aproximadamente 22.8x, superando su promedio de 15 años de 18.5x.

El año 2025 promete ser interesante, con incertidumbres en varios frentes y un posible regreso a niveles promedio en las valoraciones del mercado de valores. La clave para gestionar la volatilidad resultante y aprovechar las oportunidades será un proceso en dos pasos: la evaluación y el reajuste de la cartera.

La evaluación de la cartera actual es el paso más crucial. Los buenos rendimientos en los últimos años no garantizan que la cartera esté en óptimas condiciones.

Comience por obtener una imagen precisa de sus activos financieros y no financieros, agregando inversiones a través de los miembros de la familia, bancos, custodios, corredores y distribuidores.

El segundo paso consistirá en agregar sus inversiones a dos niveles: uno en el nivel de acciones y renta fija, y el segundo dentro de las acciones en función de la capitalización de mercado. El tercer paso será identificar aquellos valores rezagados en la cartera: acciones, fondos y PMS.

A continuación, en el cuarto paso, será necesario segregar las inversiones que representan menos del 2% de la cartera, ya que no añaden valor. El quinto paso implica evaluar sus activos no financieros, como bienes inmuebles, y analizar los rendimientos actuales de alquiler y la apreciación de capital esperada.

El sexto y último paso consistirá en evaluar sus pasivos en relación con las inversiones que posee, como préstamos contra propiedades y acciones/fondos.

Con la evaluación de la cartera existente, llega el momento de reajustar. El reajuste no es una tarea sencilla, tanto psicológicamente como desde la perspectiva de costos (impuestos).

Es aquí donde la disciplina de inversión adquiere importancia para adherirse a una asignación de activos a largo plazo, recortar pérdidas y asegurar ganancias extraordinarias.

A mediano y largo plazo, mantenerse inactivo (no actuar) puede ser más costoso que mantener una rotación saludable (es decir, eliminar rezagados y acciones ganadoras que fueron simplemente apuestas a corto plazo para realinear la asignación de activos).

A la luz de la racha alcista en acciones de mediana y pequeña capitalización, es crucial reconsiderar la asignación entre estas y las acciones de gran capitalización.

Estos dos pasos de evaluación y reajuste seguramente ayudarán a alinear la cartera de acuerdo con la capacidad de asumir riesgos de cada inversor. Esto también podría generar una posición de liquidez que puede utilizarse durante los próximos 3-12 meses, a medida que la volatilidad brinde oportunidades para invertir a precios más bajos. Las inversiones pueden realizarse en acciones sólidas ya existentes o en nuevas posibilidades.

Para manejar la volatilidad, es posible utilizar una estrategia de inversión diversificada. No se apresure a utilizar el capital disponible o el efectivo obtenido por el reajuste en los mercados bursátiles.

Opte por un enfoque sobre acciones de gran capitalización y enfoque en valor y calidad al invertir en acciones de mediana y pequeña capitalización. Invierta con gestores que hayan manejado la volatilidad eficazmente y que hayan sobrevivido a múltiples ciclos del mercado. Las inversiones en acciones de microcapitalización deben limitarse a negocios que usted comprenda.

Las inversiones de renta fija deben considerar alternativas como InvITs listados privadamente, invirtiendo al menos un 20-30% de la cartera de renta fija en papeles de calidad AA/A.

La diversificación global puede ayudar a reducir la volatilidad, y se recomienda utilizar los límites LRS para inversiones en el extranjero a través de ETFs disponibles en muchas plataformas. Por último, asegúrese de que las inversiones realizadas con capital prestado se mantengan al mínimo.

(Descargo de responsabilidad: las recomendaciones, sugerencias, opiniones y puntos de vista expresados por los expertos son sus propios y no representan las opiniones de Economic Times)